Ahora lo mismo, pero ante los rivales importantes

Junior, Santa Fe, América, Águilas (en la serie por Copa) y más adelante, Medellín en el segundo clásico. Esos son los rivales del calendario restante que hay hasta hoy y ante los que la afición espera que el equipo haga lo mismo que se vio esta noche ante Equidad: compromiso, juego ofensivo, fútbol, goles. Eso desde lo más básico, porque seguramente en el desarrollo de esos partidos incidirán factores que son imposibles de controlar y predecir.

Incluso desde la táctica misma: el 4-2-3-1 que hoy mostró Amaral con Palacios, Pabón, Perea y Ramírez (de flojo partido, pero presente en el marcador), soportados por Mejía y Deossa, que dejó buenas sensaciones, puede irse puliendo para encontrar una versión más redonda y más completa para que encajen otros nombres porque hay vida más allá del 4-3-3 predecible y aburrido. Pero que el equipo sea más constante y categórico ante los de verdadero peso en la cancha por nombres o por historia, eso quiere el hincha de Nacional que hoy dejó un mensaje claro con el marco del estadio.

Equidad no es medida de nada, sin importar si su presente es bueno, regular o tan malo como quedó demostrado en el Atanasio Girardot. El resultado de esta noche debe ser la regla y no la excepción. La victoria es positiva desde lo numérico para las tablas -la del semestre y la del año porque se tiene un plan B de cara a Libertadores- pero puede convertirse en anecdótica si ante los rivales ya mencionados no se ve algo medianamente similar. Y eso también involucra la actitud y personalidad de los jugadores, porque al hincha de poco le sirve ver titanes ante los chiquitos y otra cosa ante los que las victorias sí son “deliciosas”. Esto debe ser un compromiso de todos los que representan los colores.

Cinco rivales para demostrar que sí hay algo, cinco rivales para sumar y asegurar los Cuadrangulares y/o la semifinal de Copa, cinco rivales para mostrar categoría, jerarquía y grandeza, cinco rivales para que el hincha pueda aferrarse a algo diferente a la suerte y la casualidad, cinco rivales para que cuerpo técnico y jugadores demuestren qué es Atlético Nacional. No es más.

Por: Juan David Londoño